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La historia detrás de "El catcher espía"

En 2018 salió a la gran pantalla el metraje del director Ben Lewin, en el que con más o menos acierto intentó adaptar la biografía que había realizado Nicholas Dawidoff: The Catcher Was a Spy: The Mysterious Life of Moe Berg.

Pero lo que nos trae aquí hoy no es una reseña de la película (aunque uno no siente haber perdido el tiempo viéndola), sino la historia de Moe Berg, un jugador profesional de béisbol que acabó realizando labores de espionaje para su país en la Segunda Guerra Mundial.


Moe Berg, hijo de un matrimonio judío que vivía en Nueva York, fue un catcher de diferentes equipos estadounidenses durante unos 16 años. Uno de los viajes más importantes que apunta su biografía lo realizó en calidad de jugador, cuando el conjunto de all stars realizó una gira en Japón en 1934 para competir con diferentes equipos japoneses. Moe Berg grabó su estancia en el país nipón con todo lujo de detalles por el contrato que había firmado con MovietoneNews, algo que no sobresalía de lo normal. Sin embargo, años más tarde y con la guerra avanzada, estas grabaciones cobraron una importancia sin igual al contener material suculento sobre las posiciones más estratégicas en Japón, significando una gran ayuda para el gobierno estadounidense. Se podría decir que fue su primer trabajo con el servicio de inteligencia de Estados unidos, a pesar de no haber realizado esas grabaciones con esa intención.



La Guerra estalla, y la vida cambia


Después del ataque japonés de Pearl Harbor (Hawái) el 7 de diciembre de 1941, que condujo rápidamente a Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial, la vida de los ciudadanos americanos cambió, y por supuesto también la de Moe Berg. Este famoso catcher se había retirado del béisbol en 1940, aunque sí que seguía realizando algún trabajo como entrenador.


No obstante, lo que más interesa es el momento en el que comenzó a trabajar para la Oficina de Servicios Estratégicos (Office of Strategic Services, OSS), la agencia predecesora de la Agencia Central de Inteligencia (Central Intelligence Agency, CIA) que existe actualmente. Sin duda, los buenos contactos con los que contaba Moe y la amistad que tenía con el General William J. Donovan, el cual lideró la OSS desde 1942 a 1945, hicieron fácil su entrada en la agencia. Pero también ayudó la inteligencia apabullante de Moe y su extraordinario manejo con los idiomas.




Algunas de las misiones de Moe Berg


Se suele relacionar la actividad del agente Moe Berg exclusivamente a la investigación sobre la posible bomba atómica alemana, sin embargo, también realizó tareas en otros conflictos concernientes a la Segunda Guerra Mundial. El primero de ellos fue en la antigua Yugoslavia, donde informó sobre la guerra que estaba enfrenando a Serbios y a Croatas. Los serbios defendían la legitimidad de la monarquía y los croatas el comunismo, cuyo principal abanderado era Tito. Moe Berg se vio con ambos bandos y acabó confirmando que en esa contienda acabarían ganando los comunistas, ya que eran más numerosos y tenían más apoyo popular. Después de estas conclusiones, Moe Berg terminó su misión y los estadounidenses tampoco se inmiscuyeron en el conflicto.


Más tarde, Moe Berg sí que empezó a realizar misiones para descubrir información sobre la posible bomba nuclear alemana. Fue trasladado a Noruega para informar sobre el estado de una de las instalaciones que los Nazis utilizaban para extraer agua pesada, un elemento primordial para la fabricación de armamento nuclear. Allí comprobó, que a pesar de los numerosos bombardeos aliados en la zona, aún seguía sirviendo a los Nazis como punto de extracción, por lo que se retomaron los bombardeos.


Pero la misión más especial de Moe Berg, y la cual recoge casi exclusivamente la película que mencionábamos al principio, fue la de conocer la situación con respecto a las investigaciones con energía nuclear que los científicos italianos y alemanes estaban realizando para así conseguir crear una "bomba atómica alemana". Uno de los principales objetivos de Moe Berg fue el de investigar al físico alemán Werner Heisenberg, ya que la OSS y algunos de sus socios europeos creían que podía tener avanzada la bomba atómica. Tal fue la tensión que se vivió con respecto a la posibilidad de que los alemanes pudieran conseguir la bomba, que Moe Berg tenía órdenes de asesinar a Heisenberg si descubría que este podía tener los conocimientos suficientes para su creación. No obstante, después de haberlo observado, Berg decidió no usar esa carta contra Heisenberg, pues consideró que el físico alemán no había llegado a lograr la bomba atómica. Aún existe discordia entre los historiadores. Una de las teorías afirma que los científicos alemanes habían retrasado a propósito los avances de esta investigación, pues no querían darle un arma de tal magnitud a Adolf Hitler. Pero también existen otras líneas de investigación que hacen hincapié en la falta de medios que tenían los alemanes para conseguir dicha bomba, no por la actitud de sus científicos. Lo que sí que está claro es que los alemanes no tenían la bomba nuclear, y en Moe Berg fue la principal baza de los estadounidenses para conseguir esa valiosa información.


Moe Berg recibió por estas labores de espionaje la medalla a la libertad después de acabar la Segunda Guerra Mundial. Esta medalla es el máximo honor que puede recibir un ciudadano estadounidense en la guerra. Sin embargo, Berg no la aceptó; su hermana la recogió en su nombre después de la muerte de Berg en 1972, con 70 años.













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